Este libro le valió a Carmen Laforet el premio Nadal allá por el lejano 1944; la primera edición se publicó ya en mayo de 1945; justo cuando terminaba la II Guerra Mundial y España estaba sumida en lo peor de la pos guerra.
En este terrible panorama (y quizás no tan distante del actual), la jovencísima Carmen Laforet, muerta en el 2004 a los 82 años, ganó el Premio Nadal cuando contaba con 23 años.
Andrea es una joven recién llegada a Barcelona, al piso de la casa Aribau donde vive su abuela con varios de sus tíos en plena post guerra; un piso que tras la muerte del abuelo ha comenzado a dividirse; desprenderse incluso de algunas habitaciones ante las dificultades económicas y los muebles se acumulan sin ton ni son en el resto de habitaciones.
Andrea siempre anda escasa de dinero; e incluso a veces llegando a pasar hambre durante el mes; vive junto a su tía Angustias, que termina por meterse a monja, su tío Juan con su esposa Gloria y el hijo de ambos, su tío Román y la criada de la casa, Antonia.
A los pocos días de llegar comienza a ir a la Universidad y establece nuevas amistades; destacando entre todas Ena; una joven de buena familia y con dinero con la que empieza a estudiar juntas en casa de Ena y a salir y conocer gente nueva en Barcelona.
Sin embargo todo se vuelve más y más opresivo conforme pasa el tiempo: Pese a que la moralista de su tía Angustias deja la casa para irse a un convento; Andrea no ve un cambio en su vida: Ena comienza a distanciarse de ella, para empezar a ver a su tío Román y por último su tío Juan es cada vez más violento, propinándole palizas a su esposa; que tiene que irse al barrio chino a ganar dinero jugando a las cartas para poder mantener la familia, por las duras condiciones en las que vive la familia, donde todo se ha venido abajo en los últimos años.
Una novela que califican de existencialista donde muestra la degradación y el retroceso experimentado en la posguerra española: bajada de la economía; dificultades incluso para proporcionarse de los productos más básicos… una novela dura y rompedora; espejo de una época.