Es lo que tienen los puentes, la gente aprovecha, varios días sin tener que ir a trabajar y alguno que otro que viene de fuera a pasar el puente en Martos, así que empezamos a dar ideas absurdas, como «Vamos a hacer una cena minimalista», pero dicho y hecho.
El viernes por la noche quedamos en casa de Iván, y cada uno debería llevar algo o alguna cosa así. Yo aproveché e hice uno de mis famosos y aclamados «brownies» de los que todavía no tenían constancia en Martos, así que un poco antes de la hora acordada corriendo al Mercadona a comprar los ingredientes.
Inexplicablemente llegué el primero, antes que el resto de la gente, pero al poco ya fueron llegando. Aproveché que todavía tenía la cocina para mí sólo para empezar a hacer el brownie, y ?al horno!
Poco a poco fueron llegando el resto de la gente, y viendo lo que traían, de cena minimalista, nada de nada.
María y Ana e Inma prepararon una tortilla de patatas con atún y huevos rellenos y los demás estuvieron preparando algunas tapillas: paté, embutido, queso,…
Y una vez puesta la mesa… ?Al ataque! Visto y no visto, y luego vino el duelo de postres, mi brownie vs. el bizcocho de chocolate de Inma, y la verdad es que los dos estaban buenos.
Y para terminar, una limpieza general de todo lo ensuciado y a tomarse una copilla fresquita por ahí.