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Blog personal de José Ramón Martínez Pérez.

12 julio, 2010
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El Pedestal de las Estatuas

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El otro día terminé de leerme esta novela histórica de Antonio Gala, la primera novela que me leo de este escritor.
Gira en torno al personaje de Antonio Pérez, secretario de Felipe II y que no terminó muy bien con el Rey, por lo que tuvo que exiliarse, primero en Aragón y luego en Francia, donde colaboró con los ingleses en contra de España.
El autor comienza encontrando unos manuscritos que pertenecen a Antonio Pérez y que resumen lo que fue para él dos siglos de monarquía: Desde finales del siglo XIV y los Trastamara, hasta Felipe II.
Y en efecto, no deja títere con cabeza; de cada rey habla peor que el anterior, si es posible, de Isabel la Católica, que de Católica tenía poco, que cuando murió siguieron durante varios años pagando las deudas que tenía la Reina por la compra de joyas… De Carlos V, que no tenía ni idea de gobernar y que las batallas que ganó fue de pura suerte, a parte de ser un cobarde; y de Felipe II, de ser oscuro y miserable. Con esos perfiles repasa esos 200 años de historia, retratando todos los acontecimientos más importantes. Hacia el final, todos los sucesos de la deserción de Antonio Pérez y su paso a los franceses.
Es curioso que de las críticas que he encontrado en Internet, no hay ninguna que sea positiva… En efecto, demasiado personaje (históricos) que aparecen y desaparecen con demasiada velocidad, lo cual lo hace un poco difícil de seguir, junto con la redacción que simula castellano del siglo XVI, que tampoco ayuda mucho a hacer más legible el libro.
Además lo dicho, sigue cayendo en la Leyenda Negra, contada por un personaje hastiado del trato que le han dado en España.

12 julio, 2010
por admin
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Barbacoa por un Proyecto Fin de Carrera

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El sábado estuve con los Eramus españoles de Dresde de barbacoa: Alberto un muchacho que ha terminado Ing. Industrial, presentando el proyecto la semana pasada quería celebrarlo, así que organizó una barbacoa.
El sitio elegido fue Alaunpark, cerca de Neustadt.
Así que dicho y hecho; me pasé por el supermercado, compré unas salchichas, que parecen longanizas de las españolas, un poco de pan y un poco de cerveza y rumbo para allá.
Allí se juntaron muchos Erasmus, españoles y no tan españoles; en especial polacos.
Cuando se hizo tarde (y se terminó la cerveza), nos cambiamos de sitios, nos fuimos a los pubs de Neustadt, aunque por las horas que quedaban, sólo estaba abierto el «Lebowski«, curioso pub donde los haya, llamado así en honor a la película de los hermanos Coen y que entre otras particularidades, siempre está proyectando la película al fondo del pub.
Y luego rumbo a casa; que ahora en el verano en Alemania, practicamente a las 4 de la mañana, ya es de día.