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Blog personal de José Ramón Martínez Pérez.

27 julio, 2010
por admin
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Suiza Sajona

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El pasado fin de semana, domingo, estuvimos de senderismo por una zona conocida como «Suiza Sajona«; es una zona montañosa entre Dresde y la República Checa (En la República Checa empieza la Suiza Bohemia).
La Suiza Sajona es también muy conocida por la escalada: Las formaciones rocosas con parades casi verticales y de un material relativamente poroso que hace fácil el agarre y clavar. De hecho, los compañeros de la oficina, están orgullosos de contar que la escalada moderna empezó en Sajonia a finales del siglo XIX.
La organización corrió a cargo de la Asociación de Estudiasntes Extranjeros la Universidad de Dresde. En principio íbamos a salir el sábado, pero amaneció lloviendo, así que se pospuso para el domingo; a las 9:15 teníamos que estar en la estación de trenes de Dresde para coger un S-Bahn (Cercanías) que nos llevaría hasta Rathen; allí cruzamos el río con un barco y entramos en el pueblo: Empezaba la ruta de senderismo. La Suiza Sajona es un parque natural, empezamos a andar, paralelo a un río/laguna, donde había una piscifactoría de truchas; rodeados de cerros, llenos de árboles; todos verde, extremandamente verdes y sin resto de ninguna planta seca (Y eso que llevábamos un par de semanas sin que lloviera).
Al poco empezamos a subir unas escaleras, que se hacían casi interminables, y que nos permitieron coronar los «acantilados» que se ven desde el río. Desde allí fuimos andando hasta el primer mirador.
Desde allí nos volvimos, para volver al camino principal e ir en busca de «Bastei«, un sitio donde hay un hotel, restaurantes, y se puede disfrutar de la Suiza Sajona llegando en coche hasta la misma puerta. Muy conocido es el puente de piedra, típico de las fotografías de la Suiza Sajona. Lo cruzamos (es un puente únicamente para senderistas, no caben coches ni nada parecido), y desde ahí venía el descenso para llegar otra vez al río; desfrutando de vez en cuando de miradores sobre el Elba.
Llegamos al río y volvimos a cruzarlos, para llegar al pueblo de origen: Existía la posibilidad de volverse en tren o continuar, haciendo otra ruta de senderismo, esta vez por la otra orilla del Elba. Paramos para comer en un puestecillo; y continuamos haciendo otra ruta, esta vez una que comunica con el pueblo de Wehlen. Esta vez la ruta era sin escaleras, y más por senderos en bosques; paramos también en una cafetería que está en medio del bosque, sólo para senderistas; para luego volvernos ya buscando la estación de trenes; que desde las 10 de la mañana hasta las 6 de la tarde que llegamos a Dresde, ya estaba bien de andar.