Uno de los regalos que nos hicieron por el cumpleaños de Sandra fue una visita a los baños Hammam de Granada, que por supuesto no podíamos dejar de disfrutar. Aprovechando estos días de calor y donde siempre viene bien una escapadita para relajarse; nos fuimos tempranos para Granada; aparcamos en la Fuente de las Batallas y dándonos un paseo llegamos hasta los baños árabes que montó este matrimonio de empresarios; que se encuentran en una callejuela justo detrás de Plaza Nueva. Llegamos con la hora un poco justa, pero amablemente nos permitieron disfrutar de las 2 horas que duraba el circuito, formado por piscinas a varias temperaturas (como los baños romanos), con su frigidarium (agua fria), tepidarium (agua templada) y caldarium (agua caliente), junto con una sauna, donde uno puede disfrutar libremente de una u otra piscina; para luego pasar a la sala de masajes, donde lo tratan a cuerpo de rey, pudiendo elegir entre varios perfumes. Además siempre hay disponible un juego con té para poder tomar una bebida durante los baños e incluso un ajedrez para terminar de desconectar de las preocupaciones del día a día. Y después, fresquitos, perfumados y descansados nos fuimos a comer al cecano «Pilar del Toro«; para volvernos luego ya a casa descansados y relajados. Una experiencia muy recomendable.