Como decía la semana pasada, a mí me encantan los platos de cuchara, y ya que hice la semana pasada un buen plato de lentejas, esta semana tocaba un buen plato de habichuelas.
Bien, el primer problema está en definir lo que son las habichuelas, por ahí les llaman también «alubias blancas» y otros nombres exóticos.
La receta es bien fácil: Es la misma que la de las lentejas, así para no extenderme, pues se mira el artículo de las lentejas y se termina antes.
La única diferencia es que las habichuelas hay que dejarlas la noche de antes en remojo con un puñado de sal para que se pongan blandas, y de paso para que se hinchen.
Bien, como no sólo de habichuelas vive el hombre, José amablemente nos ha traído una tortilla de patatas, y Rubén nos ha regalado una torta de chorizo que le han traído sus padres, típica de Cantabria. Y encima el pobre de Rubén no se ha podido pasar a comer porque estaba de visita con sus padres por ahí.
Bueno, de postre, he hecho muffins de chocolate y mousse de chocolate, (la verdad es que en google aparecen muchas recetas diferentes) que ya estaba un poco harto del brownie. No es que los haya hecho enteros, es que he comprado en el supermercado los postres precocinados y aquí sólo los he tenido que mezclar, no llego a mucho más…
En fin, hasta la hora no tengo noticias de que ninguno de los comensales se haya puesto enfermo, lo cual no está nada mal, y también significa que la comida no me ha salido tan mal como esperaba.