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Blog personal de José Ramón Martínez Pérez.

30 julio, 2007
por admin
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Excursiones por Múnich

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El sábado fue el primer día entero que José y Rubén pasaron en Múnich, así que había que empezar a enseñarles la ciudad, o por lo menos de día.
Aprovechando que en la empresa habían organizado una excursión al Deutsches Museum con un guía que es un ingeniero civil jubilado y se entreteniene organizando visitas por el Deutsches Museum, decidí llevarlos al museo, que aunque museo, seguro que les interesaría, y es que el Deutsches Museum es impresionante, por el número y la importancia de piezas que tiene.
Aunque llegamos algo justos de tiempo, fuimos de los primeros en lleguar, y una vez todos empezamos la visita. El guía nos sugirió varios recorridos, y empezamos la visita por construcciones acuáticas, bombas, norias y cosas de esas, como se construían los puentes, los cables que hay en los puentes colgantes (increíble el grosor que tienen los cables, nunca hubiera pensado que los cables fueran de ese grosor).
Y después pasamos a lo que más le gustaba al hombre: las turbinas, vimos algunas hidraúlicas, y algunos motores de combustión interna, entre ellos el primer motor Diesel de la historia, y pasamos a ver las turbinas de los aviones, que era donde este hombre había trabajado buena parte de su vida.
Después empezamos a hacer un recorrido por la historia de la aviación, viendo los primeros intentos del hombre por volar, y luego algunos de los modelos de aviones que tienen en el museo y que tanto me llaman la atención, entre ellos un Fokker DR I, un Junker 52, un Messerschmitt Bf 109 o un Messerschmitt 262, primer caza a reacción en entrar a combate en la historia; entre muchos otros aviones.
Y ahí terminó la visita guiada, pero a Rubén y a José, les sabió a poco, normal, así que nos dedicamos a dar una vuelta por el museo por libre.
Lo siguiente que visitamos fue la zona de exploración espacial, que a José le hizo bastante ilusión (ahora está trabajando en la esa), donde tenían reproducciones de satélites, de módulos espaciales, comida del espacio y material de algunos exprimentos, e incluso un propulsor J-2. Al bajar nos entretuvimos viendo una Soyuz.
Después fuimos a ver la sección de informática, que nos interesaba a todos, donde vimos cosas interesantísimas y que hemos estudiado a lo largo de la carrera: desde máquinas Enigma, ordenadores como el Univac, el Z4 o un CRAI, y demás cosas de la retroinformática. La zona de microelectrónica sigue estando un poco antigua y pendiente de actualizar.
Ya a punto de finalizar la visita, aprovechamos para ver el submarino que tienen, el U1, de 1906, con su motor y todo y con algo más de 40 metros de eslora.
Lo último que vimos fue la mina, y es que el museo tiene una reproducción de una mina, puesto que el sector minero es muy importante en la economía alemana.
Como ya era un poco tarde, terminamos la visita del museo, cuanto todavía nos quedaría más del 90 % de las piezas por ver, y nos fuimos a comer a un Biergarten cerca de Isartor, por aquello de comer un poco de comida típica alemana. Después de un buen rato de sobremesa, retomamos nuestro camino. Nos fuimos dando un paseo hasta Viktualienmarkt .
Desde allí nos fuimos a la Hofbríuhaus para que la vieran, aunque como ya íbamos con la barriga llena no nos entretuvimos mucho, y continuamos para Odeonplatz, pasando por la ípera, la Residenz, viendo el monumento que hay, la iglesia de los Teatinos y continuamos para arriba, llegamos hasta el arco del triunfo, y nos fuimos para el Englische Garten, a descansar un poco que estábamos ya derrengados.
Allí estuvimos dando una vuelta y nos echamos un ratillo, hasta que reunimos fuerzas, subimos hasta un templete que hay desde el que hay unas vistas de Múnich muy bonitas, (lástima que ya fuera tan tarde), y para cenar nos fuimos a la Torre China. Después de probar un codillo de cerdo (algo seco, todo dicho sea de paso), nos volvimos, cuando nos cayó encima un chaparrón que nos dejó empapados, así que vuelta a casa para cambiarnos, y como entre unas cosas y otras se nos hizo tarde, y el domingo iba a ser también un día muy duro, decidimos quedarnos y reunir fuerzas.