Siguiendo el día que deciamos a los Castillo del Loira; después de salir del de Villandry; cogimos el coche y en unos pocos minutos de conducción llegamos al segundo del día; y quizás uno de los más populares y visitados: El de Chenonceau. Dejamos el coche en un enorme parking y nos acercamos al palacio a través de un camino rodeado de árboles gigantescos que llevan a los jardines del palacio; incluyendo un laberinto vegetal.
Tras pasar a lo que pareció una pequeña casa de servicio, cubierta de glicinia.
Y desde allí entramos en el palacio propiamente dicho; el palacio en sus sucesivas etapas constructivas, empezó siendo un molino mortificado en una orilla del río; y poco a poco, empezó tendiendo un puente sobre el río que terminó convirtiéndose en parte del palacio con lujosas habitaciones. El palacio tiene una pequeña capilla gótica que tiene incluso pequeños graffitis del siglo XIX.
Con una intrincada historia de dueños que se suceden a lo largo de los siglos e importantes mujeres de la Historia de Francia, le dieron el sobrenombre del «Castillo de las Damas»; lujosas chimeneas, muebles, tapices y camas adornan sus habitaciones e incluso una pequeña colección de medallas.
Varios jardines son los que rodean el palacio; cada uno llamado por las importantes mujeres que pasaron por este palacio.
Y tras disfrutar y pasear por los jardines el palacio; buscamos un sitio para almorzar y continuar con la ruta por los palacios.