Aprovechando la visita que hicimos en agosto a Jaén y a sus Baños Árabes. Es quizás de lo más interesante de visitar junto con la Catedral. A principios del siglo XX, en una reforma que se hizo el Palacio de Villardompardo, para hacer una nueva capilla en el edificio que alojaba por aquel entonces el Hospicio de Mujeres. Cuando el Palacio se construyó en el siglo XVI, uso los antiguos Baños Árabes como cimientos del edificio lo que sirvió para conservarlos. Los Baños Árabes fueron construidos durante el siglo XI, hace ya 1000 años; quizás sobre unos anteriores baños romanos ubicados en el mismo sitio. Los árabes que llegaron a la Península conocieron las costumbres romanas de los baños públicos y las tomaron como suya; trayendo a Hispania de nuevo los baños. Tras entrar al Museo y bajar unas escaleras se acceden a las salas de los Baños; donde la primera es el Vestíbulo; que da paso al Frigidarium; la sala de agua fría; de forma alargada. La sala central y mayor de todas es la sala de agua templada o Tepidarium, y finalmente al otro extremo otra sala también alargada; el Caldarium; la sala caliente. En la sala templada; aunque puede verse la gran piscina central que estaba en uso en los baños; y en las paredes aún quedan resto del estuco que decoraba las paredes con filigranas rojas sobre la pintura blanca. En los extremos de las salas; hay pequeñas dependencias auxiliares: salas de calderas y pequeños baños. Sobre los tejados, bóvedas de medio cañón; numerosas aperturas con forma de estrella para darle luz a las dependencias. Toda la construcción es de ladrillos, menos los suelos que fueron de mármol. Un pequeño viaje en el tiempo para entender como eran las costumbres de la gente hace 1000 años y sus pequeños entretenimientos.