El otro día iba dando un paseo y me encontré en la zona entre Marienplatz y la Kaufingerstraíe, un gran corro de gente. ¿Qué sería esta vez? ¿Una charla política? ¿Un músico callejero? ¿Un mimo?
Pues no, sorpresa sorprendente, era un mago callejero, subido en su viejo cajón donde lleva el material para sus trucos y bastante bien arreglado, cuando llegué estaba ya casi en su última parte de la actuación, estaba haciendo el truco de meter el agua de un vaso ?en un periódico! y luego a la inversa, devolverla desde el periódico hasta su vaso.
Desde luego no hay más que ver en la fotografía la cara de los niños (y los no tan niños) de sorpresa al ver el truco.
Y luego, el truco de la espada, aunque luego la explicó, era una espada retráctil… todo el encanto fuera, pero bueno, estuvo bien hecho el truco.
Y por supuesto, después del truco, el reconocimiento, la gente se acercó a felicitarlo, y de paso a dejarle algunas monedillas.
28 agosto, 2007
por admin
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