6 agosto, 2009
por admin
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El pasado domingo me tocó ir de delegado de marcha en el Tosiria… Eso significaba que no podía llegar tarde y que las 8:15 o por ahí tendría que estar en Torredonjimeno.
Quedé con Pedro Cano para salir de Martos temprano: A las 8 y sin retrasarme ni un minuto salimos para Torredonjimeno.
Llegué allí y ya esetaban llegando los primeros compañeros, que empezar a ayudarme a preparar la furgoneta, los papales de la marcha, sacar la furgoneta de la cochera,..
A las 8:30 en punto empezaron a salir los ciclistas en dirección a Martos. Yo, acompañado por el Presi que me echó una mano con la ruta, fuimos a la gasolinera para comprar hielo para las Coca-Colas.
Salimos a la autovía y empezamos a «perseguir a los ciclistas», pillando a los primeros a la altura de la circunvalación de Martos, y a los últimos bajando ya por la cuesta del Salado. Paramos la furgoneta en una antigua curva de la carretera de Alcaudete. Allí esperamos hasta que pasaran todos, desde el grupo de cabeza, hasta los más rezagados, así que aproveché para echar algunas fotografías, con el Sigma 400 y con el Pentax 16-50.
Luego continuamos hasta coger el desvío de la carretera de la Venta de Pantalones, haciendo otra parada en el pueblo para recoger a algunos de los más pequeños que ya habían hecho bastante marcha.
Continuamos subiendo el puerto y para cuando llegamos a Alcaudete, ya estaban casi todos los ciclistas esperando. Hicimos allí el avituallamiento y luego continuamos carretera abajo hasta salir a la carretera que va a Alcalá la Real, aunque nosotros nos quedamos en las Ventas del Carrizal (como la etapa que hice con José María). En las Ventas, el Presi aprovechó para comprar fruta para dárselos a los ciclistas: iba a ser una etapa muy dura, mientras tantos esperábamos a que pasasen los ciclistas y aproveché para echar alguna fotografía también.
Desde las Ventas continuamos con la furgoneta, con un grupo en el que cada vez la distancia entre los primeros y los más rezagados no paraba de aumentar.
Llegamos al Castillo de Locubín y sin parar continuamos hasta el Rigíelo, donde paramos a unos pocos kilómetros, para repartir un poco de fruta y agua entre los ciclistas. Y una vez que pasaron los últimos, continuamos con la marcha: Fuensanta, Martos y Torredonjimeno ya sin parar más, porque los primeros estaban ya esperando en Torredonjimeno.
Allí estuvimos esperando hasta que llegasen los últimos, para con los papeles firmados, volver a la sede, a guardar la furgoneta y limpiarla.
?Labor cumplida!, y mientras tanto, para los ciclistas, 87 km.