El sábado pasado sin saber muy bien cómo, terminé en una barbacoa de una amiga de José, uno de los murcianos, así que cuando me enteré, me recogió Fran, fuimos corriendo a comprar al supermercado Rewe de al lado de la estación de trenes, cogimos un tranvía que no nos llevó donde nos tendría que haber llevado, así que tuvimos que hacer trasbordo con un autobús, para llegar finalmente a casa de la brasileña, que comparte piso con varios alemanes, uno de los cuales, cosas de la vida se irá en septiembre a las Alpujarras a fabricar guitarras (y sin hablar español, eso tiene mérito, aunque toca la guitarra bastante bien).
Nos pusimos a preparar la barbacoa: encender el carbón, que siempre cuesta, y luego a asar unos filetillos, unas salchichas, un poco de pan, unas cervecillas (descubrí que existe una marca Gambrinus). Después cogimos un tranvía para el centro; yo me volví para la residencia que el domingo quería coger un poco la bicicleta, mientras que los demás se fueron para Neustadt para salir un poco.
Al día siguiente, el domingo, después de volver de dar una vuelta con la bici, me encontré que se habían juntado en la residencia para comer unos cuantos, así que dicho y hecho, me duché y ya tenía la comida puesta, que lujo, así da gusto hacer deporte: pasta con espinacas (receta original de Fran) y pasta con tomate; y después nos fuimos a tomar un cafelillo a la Prager Strasse, en un Mc Cafe, las cafeterías de Mac Donalds.
Así se pasa un buen fin de semana, el que viene la fiesta de la Buntes.