Después de terminarme «El Médico de Ifni«, que creo que me duró menos de una semana, empecé con esta novela de Arturo Pérez Reverte, y que también compré en Alcaná Libros.
La Tabla de Flandes es una de las primeras novelas de Pérez-Reverte, escrita en el año 1990, justo después del Maestro de Esgrima.
La protagonista de esta novela, Julia, es una restauradora de arte con mucho éxito y que recibe de su amiga Menchu un nuevo encargo, la restauración de «La Partida de Ajedrez» del maestro flamenco Van Huys. Al examinar la tabla bajo rayos X descubre una cita, escondida por el propio pintor, en latín. Quis necavit equitem?, ¿Quién mató al caballero?. Menchu es la mediadora, entre el anciano Manuel Belmonte y la casa de subastas Claymore. Tras iniciar investigaciones, ayudada por í?lvaro, un antiguo amante, parece que todo apunta a que el cuadro no es tan sólo una pintura sobre dos amigos jugando al ajedrez, escondiendo también al verdadero asesino de uno de los jugadores.
Todo empieza a complicarse cuando í?lvaro aparece muerto en la ducha de su casa y la policía empieza a investigar. Alguien empieza a jugar una peligrosa partida (y no tan solo en sentido metafórico), continuando con la partida de ajedrez vía mensajes que el asesino hace llegar a Julia, donde cada personaje está representado por una ficha en el tablero. Un peligroso juego, para el que Julia contará con la ayuda de César, un buen amigo suyo, anticuario homosexual de gran cultura y de Muñoz un gris oficinista, pero gran jugador de ajedrez.
Una gran novela de Pérez-Reverte, que me gustó mucho, tanto que las 400 páginas del libro, apenas si me duraron un fin de semana, muy fácil de leer, te engancha enseguida, con una prosa y una escritura muy buena.
Las comparaciones siempre son odiosas, pero teniendo tan fresco «El Médico de Ifni», no pude dejar de notar una gran diferencia entre un libro y otro; aunque los dos novelas, pero con trasfondos diferentes, no puedo dejar de inclinarme hacia la novela de Pérez-Reverte.